viernes, julio 30, 2004

Juicio y sentimiento. Capítulo 5

Capítulo 5
Un desnudo muy moral


En el capítulo anterior prometí un desnudo integral de mi conciencia moral. Es una promesa sin duda debida al calor del verano y al consumo inmoderado de vino, porque suelo ser bastante discreto y no me gusta el exhibicionismo (más bien peco de discreto), y menos en asuntos de eso que se llama ética y moral. Nadie que lea esta página creerá que no soy exhibicionista, pero creo que aquí lo soy para romper conmigo mismo y sentirme más libre. Jacques Brel se retiró de los escenarios cuando se dio cuenta de que la cosa ya no era muy real, que empezaba a actuar, a poner en marcha un mecanismo cuando salía a escena. Uno va creando una imagen que más o menos le gusta y luego se siente obligado a ajustarse a esa imagen. Para evitarlo, lo mejor es crear una imagen con la que no estés del todo satisfecho, que te deje un poco en mal lugar. Creo que eso te libera de ti mismo y te da más libertad. Brel también decía que no lograba entender por qué a la gente le resultaba tan difícil hacer lo que realmemte deseaba hacer. Yo pienso lo mismo y por eso ahora me apetece desnudar mi conciencia moral por una vez.
Siento una atracción muy fuerte hacia la justicia y la bondad. Creo que del lema de la Revolución Francesa habría que hacer más caso del que se ha hecho a la tercera consigna: Libertad, igualdad, Fraternidad. También siento un pudor extremo que me impide presumir de bondadoso, y detesto la idea de la santidad o el heroísmo. Mis mejores amigos saben que siempre digo que soy un mal amigo y que no se puede contar conmigo.
¿Y por qué digo eso? Porque también detesto la idea del deber, del deber moral y del deber de la amistad. Pero como esto es un folletín impúdico, puedo por una vez mostrar mi juego. Cache ton dieu ("esconde tu Dios") decía Valery pero ahora no le voy a hacer caso.

Me considero, a la manera de Antonio Machado "en el buen sentido de la palabra, bueno". Me costaría mucho soportar la idea de no ser bueno, de no actuar con justicia. No me preocupa que alguien piense que no soy bueno, eso casi me da igual, pero lo pasaría muy mal si yo mismo pensará que he sido malo o injusto. Sé que en ocasiones he hecho daño a otras personas, pero creo que nunca ha sido por maldad, por venganza, por crueldad. A veces es imposible que alguien no sufra a causa de otro (pero no por culpa de otro). Yo también he sufrido a menudo, pero excepto en dos o tres ocasiones, no he pensado que fuese por culpa de alguien. Como diré cuando hable de Demócrito en Cosas que he aprendido de..., mi lema secreto casi desde que empecé a pensar en estas cosas es lo que decía Demócrito: "Es mejor sufrir injusticia que cometerla".
¿Por qué digo todo esto? Más que nada para que resulte verosimil y creible que por mi cabeza no pasan esas malas emociones o pensamientos que harían necesario que me aplicase a mí mismo el autocontrol. No sé si te acuerdas, lectora, que estoy tratando de demostrar que no me controlo porque no hay nada que deba reprimir. Es decir, quiero ahora afirmar de nuevo que no soy un hipócrita.

Generalmente no tengo por qué fingir que soy bueno, sino más bien todo lo contrario, entre otras razones porque me he dado cuenta de que si uno se gana fama de bueno sus argumentos pasan al instante a ser escuchados con menos atención.
Así que uno ha de ser agudo e incisivo de vez en cuando, mordaz en ocasiones e irónico cada cierto tiempo, ingeniosamente combativo casi siempre para que le tomen a uno en serio.
Si yo digo, como he dicho en una entrada reciente de este diario, que no me gusta el antiamericanismo visceral, no puedo decir simplemente que no me gusta porque es algo que va contra la fraternidad humana. Si dijera eso, que sería lo más sencillo y razonable, todo el mundo me tomaría por un cura y miraría hacia otro lado. Así que tengo que mostrar lo absurdo de esa postura, del antiamericanismo visceral y demostrar que es una actitud que convierte a quienes la mantienen precisamente en aquello que aseguran rechazar, y que se han coinvertido en víctimas de sus enemigos (la política actual de Estados Unidos), imitando su simpleza y la corta manera de pensar de George Bush II.

Otro método para que estos argumentos bienintecionados sean escuchados es hacer cosas como La página noALT, o dar una lista de normas muy razonables que cualquiera debería seguir en una discusión, normas que suelen brillar por su ausencia en el ciberespacio, como se puede comprobar visitando cualquier foro o página de debate.
No es que todos esos métodos más o menos ingeniosos seaa una invención mía para resultar más convincente. Creo que son razones buenas y verdaderas, pero creo que resultarían innecesarias si las personas fuesen más equilibradas en sus fobias y odios y tuvieran una manera de relacionarse con los demás más razonable, tolerante, justa y fraterna. Fraternidad.
Después de este desnudo casi integral de mi conciencia moral, me llevará bastante trabajo quitarme la imagen de cura, así que en el próximo capítulo de este folletín adoptaré un tono combativo y defenderé que no sé por qué diablos los bondadosos tenemos que someternos y soportar que dominen la situación los malvados.

Continuará...

miércoles, julio 28, 2004

Juicio y sentimiento en Formentera


Formetera 001
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Interactividad a Go Go

Hace un tiempo, en otro diario digital, escribí una entrada con este título, que me recuerda uno de mis discos favoritos Dance a Go Go, que escuchaba con mi padre y mi hermana en nuestros viajes veraniegos en coche. Entonces lo decía con tono irónico, porque no había nada de interactividad, pero ahora lo digo de verdad: esta página ha sido inundada por comentarios de varios autores: anonymus, Proserpina y Pro (supongo que Pro y Properpina son la misma persona). Comentarios a veces interesantes, a veces simpáticos, a veces ingeniosos, a veces polémicos y a veces todo junto. Esta página, según creo, no avisa de los comentarios nuevos, así que tendréis que ir buscándolos. Lo mejor es bajar hasta el final de la página y empezar a abrir los comentarios a cada entrada. Si queréis añadir más, me encantaría leerlos (a mí sí me avisan en gmail de los comentarios nuevos).
Algunos de estos comentarios ya los he contestado. No es que haya por qué contestar, pero creo que es agradable interaccionar y ser interaccionado, cuanto más mejor.

¡¡¡Juicio y sentimiento!!!

No, impaciente lector, todavía no puedes leer el quinto capítulo de este emocionante serial. Esta entrada es para anunciarte que lo que sí puedes es leer todos los capítulos ya publicados ordenados de manera conveniente para que no te líes con los vínculos, los días y la absurda manera en la que se ordenan los weblogs, donde parece que lo único que interesa es lo último de lo último . Todos ellos están en la siguiente página:

 

martes, julio 27, 2004

Juicio y sentimiento 4

Juicio y sentimiento
Folletín filo-socio-psico-lógico
Capítulo 4. Bondad y egolatría

En el capítulo anterior nos preguntábamos (tú y yo) si la descripción que un tal Bucke hacía del poeta Walt Whitman podía creerse. Resultaba difícil pensarq ue alguien pudiera tener tantas virtudes y no ser un santo insoportable. Más teniendo en cuenta que Whitman se escribía poemas a sí mismo, que es una cosa que casi nadie soporta, como demuestra las críticas que ha despertado Michel Moore con su última pelicula (de eso hablaré pronto, cuando la vea). En fin, ¿era así Whitman (ver capítulo 3) o no? Bucke, que le conoció personalmente y al que William James considera incluso su discípulo, dice: "Cuando lo conocí, pensaba que se conducía con cuidado y se controlaba, que nunca hablaba con antipatía, quejaba o protestaba, no se me ocurrió la posibilidad de que careciese de esos estados de ánimo; sin embargo, tras mucho observarle descubrí con satisfacción que esta ausencia o inconsciencia era totalmente real. Nunca hablaba con desaprobación de ninguna nacionalidad; ni de ningún tipo de hombre, de ninguna época de la historia del mundo ni de ningún oficio ni ocupación, ni siquiera; contra animal alguno, insecto o cosa inanimada, ni de ley alguna de la naturaleza ni de las consecuenvcias de estas leyes, como pueden ser las deformidades, las enfermedades o la muerte. No se quejaba jamás del tiempo, ni del dolor ni de la enfermedad, ni de ninguna otra cosa; no juraba jamás, tampoco lo podía hacer porque no hablaba nunca enfadado y, aparentemente, nunca lo estaba. Nunca mostró miedo y no creo que lo tuviera jamás." Asó que, como se ve, no parecía haber en Whitman tal autocontrol, y más si tenemos en cuenta, como dice William James, que:   "Walt Whitman debe su importancia literaria a la negación sitemática de sus escritos de todo elemento restrictivo. Los sentimientos que se permitía expresar eran de orden expansivo y los expresaba en primera persona, no como los describirían los individuos vulgares monstruosamente presmidos, sino excitado por las emociones de todos los hombres de forma que una emoción ontológica, apasionada y mística cubre sus palabras y acaba persuadiendo al lector que los hombres y las mujeres, la vida y la muerte, y todas las cosas, son buenas de una forma sublime". Naturalmente podemos considerar que William James, que también conoció personalmente a Whitman (me parece que lo dice en su libro más adelante) estaba mal informado, que el compañero de Whitman Bucke mentía y que Whitman era un hipócrita, pero seguramente resulta más fácil pensar que a Whitman le pasaba eso que decía Bucke y que yo he marcado con negrita y en naranja un poco más arriba: "Cuando lo conocí, pensaba que se conducía con cuidado y se controlaba, que nunca hablaba con antipatía, quejas o protestas, no se me ocurrió la posibilidad de que careciese de esos estados de ánimo".  A esto me refería yo en los capitulos anteriores: no tienes que ejercer el autocontrol si no tienes nada que controlar.  Como este ensayo folletín es una especie de Canto a mí mismo, he traído aquí a Whitman para mostrar que uno no tiene por qué ejercer el autocontrol en sus relaciones con los demás, ni reprimir su enfado, su ira o su odio si no piensa qeu a su alrededor sólo hay estupidos, tonto o incapaces. Si uno no siente siquiera el placer de hablar mal de lo demás, de vengarse de alguien, si no está dominado por prejuicios estúpidos o deseos mezquinos, si no desea el mal de los demás, sea conocidos o desconocidos, amigos o enemigos, ¿qué es lo que tiene que controlar? ¿Qué es lo que tiene que reprimir? Puesto que si dejara esto aquí me ganaría (tal vez merecidamente por una vez) el calificativo de Mayor Ególatra del Universo o, lo que es peor, Aspirante Primero a la Santidad Cósmica, por el momento diré que no considero la actitud de Whitman, ni la mía en lo que coincide con la suya, como algo extraordinario, sino como lo más natural, sencillo y espontáneo. Lo raro y lo artificial me parece lo otro: odiar con odio visceral, buscar los defectos de los demás y disfrutar con su enumeración, detestar a alguien sólo por el nombre, la nacionalidad e incluso la ideología, tener deseos de venganza, acumular frutraciones, seguir la terapia del pecado y el arrepentimiento (que explicaré en próximas entregas). Eso es lo raro, lo rebuscado, lo artificial, en definitiva, lo falso. He de aclarar, sin embargo, que mi amor hacia el universo no se pudede comparar al de Whitman y creo saber por qué. Al parecer., Witman no distinguía en su amor absoluto entre el bien y el mal: "Lo que llamamos buenos es perfecto y lo que llamamos malo es igualmente perfecto" Yo sí distingo entre el bien y el mal. En el proximo capítulo haré un desnudo integral de mi conciencia moral (un asunto que suelo mantener siempre oculto)
 
Continuará... 

Henri Salvador

Henri Salvador (la "h" no se pronuncia)

Originally uploaded by Jack Seingalt

El día 20 de julio fui a ver a Henri Salvador.  Salvador es un cantante famoso en Francia desde hace más de 60 años, quizá más de 70, pues debutó en 1933. ¿Cuántos años tiene? Noventa. La longevidad de los artistas es una de esas cosas que pensamos que es propia de nuestra época, pero véte tú a saber si no será una de esas cosas que siempre han existido (de eso hablo en Cosas que siempre han existido, en este mismo diario, viernes 9 de julio) . Me parece recordar, pero tal vez me equivoco, que Sara Bernhard, la más célebre actriz francesa del siglo XIX también actuó hasta una edad muy avanzada.

Es lógico que al ir a ver a un artista de 90 años uno dude acerca de si no será un concierto un poco triste o que te mueva a un tipo de emoción muy semejante a la compasión. Hace unos años fui al último concierto de Chavela Vargas en Madrid (desde entonces, Chavela ha dado diez o doce últimos conciertos más). No me pareció triste ni me movió a compasión, al menos no a causa de que Chavela tuviera 80 o más años (muchas de sus canciones son tristes). Uno de mis conciertos favoritos, que no pude ver pero que escucho a menudo es el que dio Charles Trenet con 87 años. También recuerdo lo emocionante que fue escuchar Strangers in the night en la radio que trasmitía el último concierto que dio Sinatra en Madrid. Precisamente, ese concierto no se llenó debido  a que la prensa extendió la idea de que Sinatra apenas tenía ya voz (yo me lo creí, lo que es una pena).  Ante la falta de público, en el último momento los organizadores autorizaron a una emisora a emitirlo en directo para recuperar algo de la inversón. Ese concierto fue impresionante, escuchado desde mi radio al menos, y es el que más lamento no haber visto (y quedarme en casa llorando a solas).

En fin, para terminar con los ejemplos, hace poco fui también al último que dieron los Rolling en Madrid (a mis amigos Helen y Oliver les sorprende que en España digamos los Rolling, pues  en Gran Bretaña y EE UU dicen "los Stones"). Este concierto de los Stones con 60 años fue tan bueno como el de 1982  y por parte de Mick Jagger ni siquiera se notó que hubieran pasado 22 años (ni 40 desde sus inicios). Tampoco sería malo que se hubiera notado, por cierto.  No fue quizá tan emocionante como el del 82 porque en el del 82 cayó sobre el estadio una tormenta impresionante.

Conclusión: el propio Henri Salvador bromeó a lo largo del concierto acerca de lo que le dijo su agente cuando él le propuso hacer una gira con 90 años. Lo contó con muchisimo ingenio y humor porque Salvador es un artista de esos que antes se llamaban "One Man Show", que no se limitan a cantar, sino que también cuentan cosas personales, chistes o bromas. Como Frank Sinatra. Salvador incluso hizo un sketch divertidísmo en el último bis: interpretó en inglés a un actor que anuncia un whisky o una ginebra . Era uno de esos anunciantes que aparecían en los inicos de la tele en las pausas publicitarias y que estaban en la emisora todo el día esperando el momento en que les tocase intervenir de nuevo. Como este anunciaba una ginebra, cada vez que volvía a salir se tomaba un vaso y acababa completamente borracho. La interpretación de Salvador tambaleándose (a propósito) y farfullando un inglés ininteligible (también a propósito) fue fabulosa. Alguien con quien nos encontramos tras el concierto (estábamos mi hermana, mi padre y yo) , y también un crítico en una reseña de prensa, dijo que "todo estaba muy ensayado".

¡Por supuesto! Pero lo dicen como si eso fuera malo. Yo no conozco a nadie capaz de hacer un sketch como ese sin tenerlo perfectamente ensayado. Interpretar un sketch como ese sin ensayar es condenarse uno mismo al ridículo, a la torpeza y a un resultado desastroso. Yo soy partidario de la imperfección, como pronto argumentaré en este diario, pero imperfección no significa necesariamente improvisación. Incluso pienso que a menudo la veraderamente buena improvisación surge cuando te sientes seguro en las líneas básicas de un número.

Naturalmente, los cómicos y actores saben que hay cosas que se pasan de cocidas, de ensayadas, y que empiezan a resultar frías e insípidas, sin fuerza. A mí, como director, no me gusta repetir más de dos veces un número cómico en el que intervienen comediantes (con los actores la cosa cambia un poco). Si se repite varias veces hay que cambiar algo, el propio cómico lo cambia sobre la marcha para recuperar frescura. Pero el número de Salvador nos divirtió a todos y estaba en su punto.

Precisamente lo mejor de los comediantes es cómo improvisan y consiguen cosas que no estaban en el guión, pero un cómico dejado a su suerte también está perdido.  Es casi seguro que Salvador improvió donde menos sospecha el público que pudiera hacerlo. Incluso el gran Jango Edwards, rey de la improvisación, ensaya las líneas maestras de su actuación, elige que tres o cuatr números hará y repite numeros que ha hecho tantas veces que quizá no necesita siquiera repasarlos... Después se mueve libremente e improvisa. Cuando le vi en Barcelona el año pasado, el primer día la cosa no salió redonda porque tuvo que improvisar la traducción al catalán de su número (además de al castellano). El segundo día prescindió del catalán y el tercero lo incorporó de nuevo pero mejor ensayado y unido al numero (cuento los dos primeros días y el escándalo en: Las alas de Ícaro, 24 de julio).

Además de todo esto, y lo más importante: las maravillosas canciones de Henri Salvador, algunas antiguas (yo estaba deseando que cantara mi favorita, Mon enfance, pero no la cantó) , algunas de sus dos últimos discos , fueron una delicia: Siracusse, Une chanson douce, Jardin d'hiver, Chambre avec vue... Contó historias de su amistad con Boris Vian, de cómo compusieron juntos una canción apresurada dedicada a una chica, y cantó también una canción curiosa en la que aparece Dalí y Barcelona.

Puedes ver un momento de su actuación aquí.




domingo, julio 25, 2004

SIMON Y GARFUNKEL

Cuando era adolescente,  entre gente que conocía se escuchaba muchísimo a Simon y Garfunkel. Por alguna razón que no consigo entender ni recordar, yo les tenía bastante manía, así que solía decir que no me gustaban. Creo que no miento ahora si digo que sí me gustaban a pesar de esa aparente contradición. Ahora escucho "Mrs. Robinson" en un cibercafé y me gusta muchísimo. Nuestras manías a veces son tan absurdas que nos impiden disfrutar de muchas cosas, por eso es mejor pecar por exceso que por defecto: es mejor que te guste todo o casi todo a que no te guste nada o casi nada. En música me gusta casi todo, por cierto (a pesar de este prejuicio ridículo con S&G).

EL YO DE IVÁN

En su libro sobre Felipe González, Iván, mi padre dice en una nota:
"En cuanto a mi empleo de la primera persona, también lo tengo claro. La mayor parte de las obras académicas, indigestas y mal escritas, la eluden. Intentan aparentar objetividad "científica". Ya distinguió en su día Jose Luis Martínez Albertos la apariencia de objetividad de la objetividad (...) La apariencia de objetividad, claro, elude el yo. Eludir el yo es una de las reglas del periodismo hipócrita (que es casi todo). Por mi parte pienso seguir usando sin miedo y sin reproche la primera persona. Como mis clásicos mejores, mis maestros. Como Epicuro. Como Montaigne. Como Pániker, el retroprogresivo delicioso".
Eso mismo hago yo en esta página escrita por una persona y dirigida a otra  persona: tú, lector. Por eso suelo hablar en primera persona y me dirijo a ti en singular y sin ese fastidioso tratamiento de usted. Tampoco es que piense que siempre deba hacerse así, ni yo mismo lo hago siempre en todas las cosas que publico en esta página, pero por regla general suele ser preferible.

sábado, julio 24, 2004

Juicio y sentimiento 3. ¡Dios mío, otro americano no!

Juicio y sentimiento 3. ¡Dios mío, otro americano no!  

En el capítulo 1 de esta serie, que es como un culebrón o un ensayo por entregas) hablaba del autocontrol y en concreto de mi supuesto autocontrol. Negaba que yo me autocontrolase y decía por qué: no necesitaba hacerlo. En el segundo capítulo hablaba de William James y de su libro Las variedades de la experiencia religiosa. ¿Cuál es al relación entre el capítulo 1 y el 2? Es algo que William James cuenta acerca de Walt Whitman. Walt Whitman es un poeta americano (estadounidense), también decimonónico. Está considerado como el más grande poeta de Estados Unidos y su persoanlidad resulta asombrosa en una época que asociamos a la austera y severa Reina Victoria, lo que David Stove llama el horror victorianorum. Sin embrago, si miramos con más atención, descubriremos a unos cuantos personajes que no se ajustan a ese tópico vistoriano (a lo mejor nos sorpredería la propia reina Victoria). Muchos de ellos son americanos, como Thoreau, autor de Walden e inspirador de la desobediencia civil (junto a La Boetie) y hoy en día adorado por anarquistas  y uno de los santos patrones del ciberspacio; Ambrose Bierce, autor del Dicionario del Diablo, mejor en mi opinión que  el Diccionario de filosofía de Voltaire y del Diccionario de lugares comunes de Flaubert. Quien quiera leer el Diccionario del Diablo de Bierce, puede hacerlo en este vínculo: Diccionario del diablo Pongo algún ejemplo:

Abdicación, s. Acto mediante el cual un soberano demuestra percibir la alta temperatura del trono.

Aborígenes, s. Seres de escaso mérito que entorpecen el suelo de un país recién descubierto. Pronto dejan de entorpecer; entonces, fertilizan.

Y éste que le gustará a mi querido amigo Java Jenner:

Paraíso, s. Lugar donde los malvados cesan de perturbarnos hablando de sus asuntos personales, y los buenos escuchan con atención mientras exponemos los nuestros.

 

Otros americanos de la época: Edgar Allan Poe, Herman Melville (autor de Moby Dick y Bartleby. Podría seguir y no parar, porque los Estados Unidos en el siglo XIX y en el XX han dado a la cultura mundial un verdadero diluvio de delicias, no sólo MacDonalds y Bushes.  Volviendo a Whitman, lo cierto es que su personalidad quizá resulta asombrosa incluso para el día actual. Creo que si hay alguien con el que se puede comparar a Whitman es Aristipo el cirenaico o Francisco de Asís. Whitman amaba con tanta pasión todo que no tuvo más remedio que escribir el Canto a mí mismo, que es quizá la más elocuente demostración de que el amor al universo y el amor a uno mismo no se oponen, sino todo lo contrario.

William James recuerda lo que decía Bucke de Whitman:

"Su distracción preferida parece que era pasear y dar vueltas solo, contemplando la hierba, los árboles, las flores, las perspectivas de luz, los aspectos cambiantes del cielo, escuchar los pájaros, los grillos y los cientos de sonidos naturales; era evidente que estas cosas le proporcionaban un placer mayor que a la gente corriente. Hasta que le conocí no se me había ocurrido que se pudiera obtener tanta felicidad de esas cosas, tal y como él la poseía. le gustaban mucho las flores -silvestres o cultivadas-, le gustaban todas; creo que admiraba las lilas y los girasoles tanto como las rosas. Tal vez no haya habido hombre alguno al que le agradaran tantas  cosas y le desagradasen tan pocoas como a Walt Whitman. Todos los objetos naturales poseían para él algún encanto; todo cuanto veía y sentía le complacía; (parecía y pienso que era verdad) que le gustasen todos los hombres, mujeres y niños que veía (auqnue nunca le oí decir que le gustase alguno), pero cuantos le conocían se sentían amados y amaban a su vez a los demás. Jamás discutía ni se peleaba, y nunca hablaba de dinero. Siempre justificaba, unas veces en serio y otras en broma, a quienes hablaban de él duramente en sus escritos, y pensé a menudo que incluso gozaba con la oposición de su enemigos."   Un temperamento como este es el de un santo, un santo pagano y ateo, que ama al mundo con la misma intensidad que Francisco de Asís, pero sin ver a Dios detrás. Se puede sospechar, y a menudo se hace y con razón, si detrás de este santo no se esconde un hipócrita, un falso, alguien que controla sus emociones y sonríe falsamente al mundo. Una duda que tal vez sea contestada en el próximo capítulo. Mientras tanto, puedes leer algo de Whitman:


"Canto a mi mismo"

Me celebro y me canto a mí mismo.
Y lo que me atribuyo, también quiero que os lo atribuyáis,
pues cada átomo que me pertenece también os pertenece
a vosotros.

Vago e invito a vagar a mi alma.
Vago y me tumbo a placer sobre la tierra,
para contemplar una brizna de hierba estival.
Mi lengua, cada molécula de mi sangre emanan
de este suelo, de este aire.

He nacido aquí, de padres de cuyos padres
nacieron aquí
y cuyos padres también nacieron.
A los treinta y siete años de edad, en perfecta salud,
comienzo a cantar,
deseando hacerlo hasta la muerte.
Que se callen los credos y las escuelas,
que retrocedan un momento,
conscientes de lo que son y sin olvidarlo nunca.
Me brindo al bien y al mal,
dejo hablar a todos,
a la desenfrenada Naturaleza
con su energía original.  

Página con la obra completa de Whitman (en inglés)
whitman Originally uploaded by hedwig.


 

Continuará...


Berlín... las cosas cambian

 
Berlín
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woquini.
Aquí tienes una prueba de que las cosas cambian más de lo que creemos. La foto está hecha en Berlín y esa pared pintarrajeada que se ve detrás es el muro de Berlín. Los dos tipos que están subidos encima del coche somos mi amigo Lennard y yo. La foto fue hecha un año antes de la caída del muro. Recuerdo perfectamente, y en esto no me falla la memoria porque lo escribí ese mismo año, que Lennard nos dijo a mí y a mi novia de entonces, Cathy, que ellos, los alemanes de uno y otro lado, ya se habían acostumbrado al muro y que la mayoría pensaba que nunca sería derribado. Estuvimos en Berlín oriental y pudimos ver ese estado policial en el que cuando esperabas el metro que te devolvería al lado occidental un batallón de soldados pasaba por la vía contraria para que los berlineses de la Republica Democrática Alemana (por el otro andén pasaban trenes que iban a las ciudades de Alemania oriental) no saltasen a la vía y se subiesen al metro. Desde una torreta de vigilancia se advertía a la gente del andén de enfrente que no pasasen más allá de una línea que había trazada en su andén.
Toda aquella farsa siniestra y fascista se derrumbó un año después, cuando ya pocos confiaban en ello. Ahora ya casi no nos acordamos de lo imposible que parecía y nos hemos acostumbrado tanto al cambio que incluso hay estúpidos que dicen que en Alemania Oriental se vivía mejor, nostálgicos como los que dicen lo mismo respecto a la época de Franco: "Con Franco se vivía mejor".
Así que la conclusión es que las cosas cambian, más de lo que creemos y a menudo más rápido de lo que se pueda imaginar. Ojalá también caiga el muro istraelí cuanto antes y los israelís y los palestinos vivan definitivamente en paz. Parece imposible, pero...

Zikkurath y MMM (Madrid Me Mata)

Hace unos días subí una copia de una página publicada hacia el año 1980 en la revista Madrid Me Mata. En el comentario a la foto (que puedes ver en el lateral de este diario de verano) hablaba del mítico fanzine de ciencia ficción Zikkurath, creado pormia migo Fernando Fuenteamor. Ahora puedes ver la foto del primer ejemplar con portada en color (los anteriores eran en B/N y más tipo fanzine). La pena es que en este formato revsita sólo salieron dos números, pero muy bunos. El de la foto, es el propio Fernando. Puedes enlazar con mi álbum de fotos en el lateral o a través de este vínculo. Si Fernando me da permiso, publicaré más fotos de aquel reportaje (no publico fotos de nadie en la red sin pedirle permiso, de ahí que parezca que parezca que sólo me gustan mis propias fotos: lo que sucede es que me doy permiso para publicarlas (y me gustan también).

 zikkurath Originally uploaded by Jack Seingalt.

Marcóticos... también en verano

Muchos tenemos la costumbre de visitar casi cada día determinados weblogs o diarios digitales. Mi preferido es marcóticos, el weblog de mi amigo Marcos. Pero sucede que cuando se pasa un tiempo sin poner nada nuevo, uno va perdiendo el hábito de visitarlo, excepto para ver cosas antiguas (que también me gusta). Últimamente los vínculos y subpáginas de marcóticos no funcionaban bien, así que, tras muchos intentos frustrados, llevaba yo unos días sin visitarlo. Hoy, al entrar me he encontrado con:

A) Todo funciona
B) Hay un montón de cosas nuevas

He podido ver por fin y por ejemplo, la sección Rapa Nui dedicada a la isla de pascua y los famosos moais, que han sido para mí uno de los mitos más persistentes desde la infancia, cuando yo mismo hice un moai de barro (tamaño bolsillo, jeje). Os recomiendo visitar esa página en la sección logogramas de MARCÓTICOS.
Hay muchas más cosas, pero ya las iré comentando. Espero que Marcos cumpla su promesa de ir poniendo alguna cosa cada semana al menos. Creo que es bueno poner un poquito cada día o semana (y de vez en cuando poner mucho), más que nada para mantener el hábito de los lectores, la costumbre de abrir la página. 

jueves, julio 22, 2004

Juicio y sentimiento 2. El hermano más listo de Henry James

Juicio y sentimiento 2
(folletín filosófico, psicológico, sociológico y autobiográfico por entregas)
 
Capítulo anterior: 1. Atroz autocontrol (vínculo en el lateral: jueves 22 de julio)
 
Capítulo 2. El hermano más listo de Henry James
 
Estoy ahora leyendo un libro extraordinario: Las variedades de la experiencia religiosa, de William James.
William James es ahora más conocido por ser el hermano de Henry James que por sí mismo. Cuando los dos James vivieron (finales del XIX y principios del siglo XX), sucedía más bien al contrario: William era considerado uno de los pensadores más importantes de su época, mientras que Henry no acababa de triunfar en la narrativa, y menos en el teatro.
Son dos hermanos muy distintos y según creo recordar, no apreciaban mucho cada uno las obras del otro.
Dssde hace muchos años, especialmente desde 1983, tengo a Henry James entre mis escritores favoritos. Ese año leí Los papeles de Aspern. De William había leído Lecciones de pragmatismo y alguna cosa más. Me caía muy bien y poco más.
Creo que a William James le ha perjudicado mucho el que su nombre está asociado al pragmatismo. Más que nada porque el pragmatismo es una escuela filosófica que suena a algo antiguo y, más todavía, porque es una escuela filosófica americana (estadouniense) y hoy en día mentar a Estados Unidos es como pronunciar el nombre del diablo. El antiamericanismo es una corriente de pensameinto tan habitual en España que es ya casi una tradición como los toros. Supongo que se inició en 1898 con la Guerra de Cuba, pero es posible que ya antes se puedan encontrar ejemplos.
Hacia 1991 más o menos, con motivo de la Primera Guerra del Golfo escribí un artículo contra la guerra en El Independiente (El País y el PSOE estban a favor de la guerra) que se llamaba Proamericanismo visceral. En el artículo comenzaba diciendo que me parecía absurdo el antiamericaniso visceral y que yo nunca había padecido esa curiosa enfermedad.Pero el grueso del artículo venía a intentar demostrar que el problema en ese momento no era el antiamericanisnmo visceral, sino el proamericanismo visceral. Todo lo anti o pro visceral suele ser malo, a no ser que consideremos, como hizo mi padre Iván al ser acusado de antiamericano visceral recientemente, que la víscera en cuestión es el cerebro.
Y es cierto que muchos médicos opinan que el cerebro es una víscera, pero no es la que suelen utilizar, me temo los viscerales.
En definitiva, ese artículo llamado Proamericanismo visceral, que se podría haber publicado no en el 91 sino en el 03 referido a Aznar, Blair y compañía, me libra, espero, de cualquier sospecha acerca de mis opiniones respecto a la política actual de Estados Unidos.
Pertenecer a una escuela que suena a decimonónica y además se llama pragmática y además es americana es una losa demasiado pesada y el pobre Wiliam James es ahora pasto de profesores de filosofía muy especializados pero apenas es conocido por otro tipo de público. El segundo filósofo del pragmatismo americano, Charles Sanders Pierce, ha sido recuperado gracias a Umberto Eco, pero William James, por el momento, descansa a la sombra de su hermano Henry.
En el próximo capítulo: ¡¡Dios mío, otro americano no!!
 
Continuará...






Felipe González por Iván Tubau

Se acaba de publicar un libro de mi padre dedicado a Felipe González.
Bueno, un medio libro, pues él escribe sólo la mitad. Es una colección de Ediciones B que se llama CARA y CRUZ. Uno de los autores defiende al personaje (Felipe González en este caso) y otro lo ataca. Iván es el que habla contra Felipe González. Más o menos coincido con los argumentos de Iván contra Felipe González, aunque es posible que yo los hubiera expuesto de manera que pudiera convencer a alguien que no estuviese ya convencido. Iván dirá, tal vez, que eso es llamar imbécil al lector. Como yo ya estaba convencido y de acuerdo en casi todo, no ha necesitado convencerme. Pero es posible que a algunos este ataque a González desde la izquierda les haga pensar un poco (si no, que sería perfecto, cambiar de opinión).
Creo que tiene razón Iván cuando dice que uno de los mayores errores de González fue hacer más de derechas a una España que parecía inclinarse por fin hacia la izquierda. La cosa ya empezó con el referendum de la OTAN (Iván cuenta que yo voté en Madrid y Barcelona ese día, las dos veces contra el ingreso en la OTAN, claro)
Coincido también con él en que los asuntos de corrupción, con ser deplorables, no son lo más grave. Y, por supuesto, coincido con él en que Felipe González ha sido uno de los peores presidentes de España, peor que Suárez y que Calvo Sotelo al menos, debido a los GAL, el grupo antiterrorista que o bien justificó o consintió, o bien organizó. En un caso sería cómplice, al menos político, de asesinato, en el otro caso sería un criminal. Quienes se asombren de este aparente radicalismo mío, deberían darse cuenta de qué estamos hablando: de crimen de Estado. Crimen de Estado que Felipe González nunca condenó explícitamente y que el PSOE apoyó políticamente al apoyar sin dudarlo a Vera y Barrionuevo, acusados y condenados por el GAL (sólo Borrel y ahora Zapatero parecen haberse desmarcado de ellos, aunque a Borrell Almunia y compañía le obligaron a pasearse frente a la prisión de los condenados por el GAL). 
Eso es algo tan grave que invalida todas las buenas cosas que haya hecho González. Y si es radicalismo estar en contra del asesinato y la pena de muerte (terrorismo de Estado es pena de muerte) entonces ya no sé en qué mundo vivo.
En el epílogo, que anuncia un futuro previsiblemente mejor con un presidente socialista previsiblemente mejor, yo juego un papel destacado. Como ya lo he contado en otro diario de red, pongo aquí un enlace para quien le interese:
Apostilla en abril




Antiamericanismo y proamericanismo

Ya lo he dicho más de una vez, pero lo diré otra vez por si acaso: tan absurdo me parece el antiamericanismo visceral como el proamericanismo visceral. En su artículo de hoy en El País, Glucksman quiere atacar el antiamericanismo y antijudaísmo, lo que es muy razonable, pero cae en el proamericanismo (o probushismo) y prosharonismo. Yo creo que tienen razón quienes dicen:
Bush=Sharon= asesinos 
Sharon=BUsh= desprecio de las leyes internacionales

igualdades que Glucksman parece recahazar, pero que yo creo que son correctas, y demostrables además, casi tanto como una ecuación matemática. Así que estoy en contra del antiamericanismo visceral y del antijudaísmo que, efectivamente, creo que existe en Europa y particilarmente en España, pero que eso no hace mejores a Sharon ni a Bush, que bien podrían ser juzgados en el Tribunal de Derechos Humanos.

La batalla de internet

Google, Yahoo y Microsoft están luchando en la red por el dominio de los buscadores, de los álbumes de fotos, de los correos, etcétera. Gracias a la entrada de Google en el correo electrónico con Gmail, Microsoft se ha visto obligado a modificar sus planes. Desde hace un tiempo la estrategia de Microsoft en su correo de Hotmail era reducir su servicio gratuito más y más para hacerlo de pago finalmente. Pero esta estrategia se ha venido abajo frente a los 100 megas que regala Yahoo y el Giga que va a dar Google con Gmail. Así que Hotmail está dando  o va a dar 25o megas. Me alegro, porque el dominio absoluto de Microsoft es muy peligroso: si lo tiene  todo podrá fijar las normas. Desde aquí recomiendo que se usen otros correos en vez de o además de Hotmail, y también otros buscadores que no sean Explorer, como Mozilla, Opera, Safari, etc. No soy un activista cibernético y sé que es difícil segir el consejo de no usar Word por ejemplo  y por eso ofrezco mis documentos en Word y PDF, pero no creo que un monopolio absoluto sea bueno y Microsoft ya posee demasiadas cosas. Su casi monopolio en los navegadores al liquidar a Netscape le ha permitido imponer de facto normas absurdas: Explorer no está preparado para muchas de las cosas que se pueden hacer en un navegador, pero casi nadie lo sabe y Microsoft dice que no corregirá el Explorer hasta el ¡¡2007!!  Así que bájate otro navegador, que son gratis. Puedes usar Explorer y otro alternativamente sin ningún problema. Simplemente con instalar otro navegador ayudas a que el monopolio lo sea menos, incluso aunque no lo uses. Yo uso Mozilla Firefox. Te recomiendo también que te abras una cuenta de correo con otra empresa además o en vez de Hotmail: Yahoo 100 megas, Gmail 1 giga (todavía en pruebas, pero pronto en servicio: yo lo estoy usando y creo que es el mejor). Pero en fin, haz lo que quieras que yo no soy un poli ni un guerrillero de la red que dice a los demás  lo que tienen que hacer.


Hawking y el viaje en el tiempo

Stephen Hawking, el célebre físico experto en agujeros negros ha perdido una apuesta. Resulta que hizo una apuesta hace años con otro físico. El otro fisico opinaba que no era posible viajar en el tiempo gracias a los agujeros negros. Hawking opinaba que sí. Ahora, treinta años después, Hawking ha llegado a la conclusión de que no es posible ese viaje en el tiempo y lo ha reconocido públicamente. Me alegro porque yo nunca he creído en la posibilidad del viaje en el tiempo, ni con agujeros negros ni sin ellos. Creo que es posible ver el pasado (por ejemplo, la muerte de César), pero no viajar al pasado. Como dije en una entrada reciente, podré probar esta afirmación mía, después del verano, espero, pues debo haberlo escrito en alguna parte.


Allez Amstrong!!

Cuando empezó el Tour de Francia, yo NO quería que ganase Amstrong.
Mi ciclista favorito de todos los tiempos es Eddy Merckx y no quería que nadie le superase. Merckx ganó cinco tours y varios Giros y Vueltas, además de muchísimas etapas. Le llamaban "El canibal" por su apetito insaciable de victoria: quería ganar incluso las etapas llanas y los sprints de final de etapa. Otros ciclistas han ganado cinco tours: Hinault, Anquetil e Indurain, pero ninguno se puede comparar a Merckx en el palmarés total. Sin embargo, si alguien gana SEIS tours, Merckx ya no será considerado el mayor ciclista de todos los tiempos. Por esta razón, quizá un poco miserable, quería que Amstrong no ganase su sexto tour.
Hoy he cambiado de opinión. Me ha hecho cambiar de opinión el saber que Amstrong y su equipo están siendo insultados a lo largo de las etapas. ¿Y por qué son insultados y casi agredidos? Porque Amstrong es estadounidense. La estúpida fobia antiamericana ya no conoce límites en Europa y la gente parece cada vez más incapaz de distinguir entre Bush y Estados Unidos.  Cuando en España Franco tenía su dictadura, los extranjeros tenían el buen gusto de no insultar o agredir a los españoles a causa de ello (a pesar de que la mayoría de los españoles APOYABA A FRANCO). Así que al leer que Amstrong es constantemente acosado en la carrera de manera brutal, he cambiado mis preferencias y deseo que gane su sexto tour. Esto me suele suceder, por ejemplo, cuando veo un partido de fútbol en el que insultan a un jugador por ser negro: inmediatamente voy con el equipo de ese jugador.  
Por otra parte, después de haber ganado cuatro etapas, creo que Amstrong merece este tour por encima de cualquier otro ciclista.

Mi teoría de la evolución

Me voy a leer este verano La estructura de la evolución, de Stephen Jay Gould. Más de 1800 páginas acerca del asunto. Pero antes voy a dejar aquí escrito lo que opino de la teoría. Aunque pongo esto de manera pública, es algo que sólo me interesa a mí. Me gusta hacer este tipo de experimentos. Por ejemplo, antes de hacer la carrera de filosofía cogí un libro de texto típico de Historia de filosofía y escribí lo que opinaba de cada teoría y filósofo para luego ver si mis ideas cambiaban o no tras la carrera.
 Me intesa esto porque siempre decmos "Yo pienso eso desde hace 10 años, o desde toda la vida", pero a menudo es mentira. Ni siquiera nosotros sabemos que estamos mintiendo. La memoria nos engaña, por muy claras que veamos las cosas en nuestro recuerdo. Así que si uno escribe algo con fecha, después puede ver si su memoria es buena o mala y demostrar, si hace falta, que pensaba esto o lo otro. Yo escribo desde los 13 on 14 años montones de cosas porque padezco logofagia.
La ventaja de hacerlo en una página web (por cierto habría que encontrar un sinónimo a esto de página web) es que no puedes hacer trampa con la fecha.
A partir de este punto, lector, puedes dejar de leer esta entrada, que te resultará un poco aburrida. 


Apunto a vuelapluma lo que recuerdo que opino, muy sintetizado.


1. Creo que los organismos evolucionan y no fueron creados tal como son ahora por Dios o lo dioses, sino que proceden unos de otros.
 
2. Creo que la evolución actúa por medio de la selección natural
Explicado de manera sencilla: los entes que mejor se adaptan al medio tienen más posibilidades de reproducirse. De este modo actúa la selección natural sobre los organismos.

3. La seleccion natural actúa sobre todo 
Antes he dicho entes u organismos para no decir: genes, individuos, grupos o especies.
Una de las discusiones acerca de la selección natural es si la selección opera sobre genes, grupos, familias, individuos, especies, etcétera.
Es difícil tener una opinión definida al respecto, pero me da la impresión de que mi opinión se podría expresar más o menos así:

a) No creo que la selección natural opere sólo sobre uno de estos entes.
b) No creo que ni siquiera sea muy correcto decir que la seleccón "opera" o "actúa". Simplemente, las cosas suceden:
--los genes se reproducen, unos mejor que otros
--los individuos se reproducen, unos mejor que otros
--las especies o los grupos se reproducen o mantienen, unos mejor que otros.
Etcétera.
Creo que en cada nivel (genes, individuos, grupos...) los organismos se reproducen y que unos lo hacen mejor y otros peor. Pero me da la impresión de que no hay un sujeto concreto y único de la evolución.
A veces un cambio evolutivo se produce debido a una característica muy específica de los genes, en otras ocasiones debido a una característica muy específica de los individuos, etcétera
Ejemplo tonto número 1: Aunque un individuo posea genes potencialmente mejor adapatados a medio, de nada le valdrán y no logrará reproducirse si otro individuo con genes peores tiene un cuchillo y lo asesina. Sería absurdo pensar que lo genes del tipo del cuchillo eran más aptos que los del otro. ¿Por qué? Porque incluso podemos suponer que el tipo del cuchillo, después de matar al otro no siquiera se reprodujo y el beneficiado fue un tercero que no tuvo arte ni parte.
 
4. Dicho lo anterior, en general me inclino a pensar que es más determinante en el proceso selectivo el individuo que el gen, al especie o el grupo. Naturalmente, se pueden encontrar ejemplos de selección de grupo que se impone fuertemente a la selección individual: el holocausto de millones de judíos por los nazis echa por tierra la aptitud o no aptitud de los judíos para reproducirse
 
Paradojas de este tipo se pueden encontar a montones: una especie que ha triufado durante siglos, como las ratas o los conejos australianos es aniquilada por gatos traídos de Europa. El pájaro dodó de la isla Mauricio es exterminado por los europeos, no a causa de la competencia por un nicho ecológico ni para servir de alimento, sino por ser "feo".
Según parece, un alto porcentaje de hijos no lo son de sus padres (quizá entre un 5 y un 10 por ciento). Eso significa que la familia García, por ejemplo, está manteniendo a ayudando a reproducirse a unos genes que no son los suyos. Este ejemplo puede servir para apoyar la teoría del gen egoísta (los genes son el sujeto de la elección) pero es fácil darle la vuelta al argumento si nos ponemos en el lugar de la familia García, que mantiene su apellido aunque sea con genes ajenos.
Del mismo modo se podría interpretar la adopción: desde el punto de vista del adoptado se apoya la teoría del gen egoísta (quizá) pero desde el punto de vista de los adoptantes todo lo contrario.
5. Pienso que en general el sistema que engloba a otro determina más el proceso selectivo que el englobado o comprendido por él. En este sentido me parece más importante el individuo. Sin embargo, el grupo o la especie, no me parecen por encima del individuo (lo que quizá sea contradictorio por mi parte). Me parece que más allá del individuo no se puede hablar con absoluta propiedad de organismos sometidos al proceso evolutivo.
 
6. Creo, de todos modos, que este no es un simple problema de perspectiva: no creo que la tarea de la ciencia sea salvar los fenómenos a la manera de lo que decía Ossiander en el prólogo al  De Revolutionibus de Copernico. Creo que la ciencia se refiere a un mundo exterior y que aunque sería perfectamente posible hacer hoy en día una astronomía tolemaica y geocentrica con montones de epiciclos y ecuantes que se ajustase a los fenómenos observados, ello no impediría seguir pensando que es más verdadera la explicación heliocéntrica del sistema solar heliocéntrica con los planetas trazando elipses alrededor del Sol.
En una ocasión le dije a un amigo que el reduccionismo de Dawkins al considerar al gen el sujeto evolutivo se podría extender a los átomos o a los fotones: son ellos quienes compiten. No le gustó la idea entonces, pero ahora mantiene que la explicación basada en el gen o en el individuo o en lo que sea son equivalentes y que es sólo un punto de vista que se puede elegir. Yo no estoy de acuerdo porque dije lo de los fotones como argumento de reducción al absurdo. No creo que sea un problema de perspectiva o punto de vista. Parece claro que casi todo lo que se explique con individuos se puede explicar con los genes, pero hay que recordar lo de la astronomía ptolemaica y la copernicana. La ciencia no puede afirmar la verdad, creo, pero tampoco decir que todo depende, al menos no siempre, del punto de vista.
 
7. Creo que el cerebro es un producto de la evolución y que algunas de sus características son también un producto más o menos directo de la selección natural. Pero no todas.
Es decir, creo que los sistemas complejos pueden, gracias  a su complejidad, hacer cosas para las que no parecían destinados (que no fueron favorecidas específicamente por la selección).
En  particular, considero que aunque puede haber diferencias biológicas entre hombres y mujeres tal vez debidas al proceso evolutivo, dada la complejidad del cerebro humano (masculino y femenino) esas diferencias pueden ser y son borradas casi de un plumazo por la educación y la cultura. Creo que esto es tan evidente por simple observación de la realidad que me asombra que todavía se dude.
 
8. Creo que los genes influyen en el comportamiento pero que  esa influencia puede ser corregida y casi anulada por la cultura y la educación.
 
9.Creo que no todas las características de los seres vivos tienen una causa en la selección natural. Considero que algunos cambios favorecidos por la selección natural han taído consigo otros que no fueron provocados por ella.
 
10. Creo que los factores que influyen en la selección natural son la mejor o peor adaptación al medio, las mutaciones o trancripciones erróneas del código y el azar.
 
11. También creo que en el proceso evolituvo influyen grandes catástrofes biológicas.
 
12. No considero adecuado emplear términos o ideas psicologistas para referise al proceso volutivo. Ni siquiera me parece adecuado lo de supervivencia del más apto (que es una idea que hace casi imposible escapar de la tautología).
 
13. Tampoco creo que se deban emplear ideas teleológicas (finalistas, con una meta u objetivo) que dan a entender que el proceso evolutivo se dirige de manera más o menos consciente a algo: No se cambia, mutan o reproducen los entres para llegar a algo, sino simplemente a causa de algo (se han adapatado al medio, les favorece el azar, se ha producido una mutación y los individuos mutados se reproducen mejor en ese medio concreto).
 
14. Tampoco creo en el lamarquismo, que es la manera en la que el 90% de los no expertos en biología ven el proceso selectivo. No es raro, puesto que el propio Darwin fue un poco lamarquiano (lo que es comprensible, pues no conocía el gen). Por cierto, que me encantaría que fuese cierto el lamarquismo.

15. Pienso que es posible que exista verdadero altruísmo, el apoyo mutuo entre individuos, grupos o especies. En particular entre los seres humanos. Sé que esta es posiblemente mi opinión más heterodoxa. Soy consciente de ello y de su poca contrastación científica, pero no puedo evitar pensarlo. Ahora bien, no creo que el altruismo sea el factor selectivo determinante ni mucho menos, aunque creo que sí es más importante en la especie humana que en otras especies.

16. Todas esas cosas no son propiamente una cuestión de creencia  a la manera de fe o deseo. No es que yo prefiera el individuo por razones éticas frente al gen o la especie (que lo prefiero): es que creo que está más fundamentado hoy por hoy. Pero cambiaré de opinión con mejores razones (no con deseos o dogmas).

17. En este asunto, como en casi todo, desconfío mucho de las explicaciones que lo explican todo y en particular de los reduccionismos (que reducen todo a único factor), como la del gen egoísta. El ingenio explicativo es en biología quizá el más asombroso de todos los que conozco, exceptuando las ideologías: cualquier cosa se puede explicar y justificar.  

18. Acerca de los memes, me remito a mi ensayo Memes, mundos e Ideas platónicas, donde queda bastante claro qué es lo que opino.

Memes, mundos e Ideas platónicas (en Word)

Memes, mundos e Ideas platónicas (en PDF)

Como todavía no me he comprado el libro de Jay Gould, quizá escriba alguna cosa más sobre la evolución si me acuerdo de algo más.

 



Calderas, cojinetes y rodamientos

Si usted busca calderas, cojinetes y rodamientos se ha equivocado de web.

Juicio y sentimiento

Juicio y sentimiento
(folletín filosófico, psicológico, sociológico y autobiográfico por entregas)

Capítulo 1. Atroz autocontrol

  Mi padre opina que yo ejerzo sobre mí mismo un férreo control. 
  No sé cuál fue el origen de esta idea peregrina, pero he observado que no es el único que lo piensa. Sospecho que el mayor responsable de la propagación de esta idea entre mis familiares y mis amistades he sido yo mismo al contar lo que opina de mí mi padre.
 Estas cosas suceden. Cuentas una idea disparatada que alguien tiene de ti y al cabo del tiempo la gente sólo recuerda la idea que les contaste pero olvida que era una idea disparatada. Por eso se dice: "Difama, que algo queda".
 Así que a menudo me he tenido que defender de una curiosa acusación que consiste en reprocharme que ejerzo sobre mí mismo un desmesurado autocontrol.

 Autocontrol es una palabra que suena bien en determinados contextos, pero que en la mayoría de las ocasiones se emplea como sinónimo de: hipocresía, falta de espontaneidad, represión, conservadurismo y falsedad.
 Así que mi padre y otras personas parece que me imaginan como una especie de olla a presión que lucha constantemente por no revelar sus verdaderos sentimientos y emociones, un esforzado optimista que mantiene la sonrisa en su cara pero que en realidad está deseando gruñir o gritar, un reprimido que se muestra amable pero que en su fuero interno desearía insultar o golpear.
 Yo estoy, sin ninguna vacilación, a favor del autocontrol. Creo que es cierto lo que decía Aristóteles: una vida sin reflexión no merece ser vivida, y creo que es bueno lo que defendían muchos libertinos: el reinado de la razón y el cálculo de las pasiones. Creo también que si uno no aprende nada de la experiencia entonces es que pasa por el mundo como un tonco seco o como una roca, y que de nada le sirve el trabajo que la selección natural se ha tomado para crear su cerebro. Creo también que quienes  caen continuamente en el exceso al beber, al drogarse o al vivir no son por ello más sinceros y espontáneos, sino tan sólo más estúpidos, porque convierten el placer en displacer: no aprovechan más el placer, sino que lo cortan de raíz.
 Una vez he dejado claro que creo en el autocontrol, puedo decir que no lo ejerzo sobre mí mismo.
 Muchos, ya lo dije antes, dudarán de tal afirmación (a esos les responderé en su momento), mientras que otros quizá se pregunten: "Si estás a favor del autocontrol, ¿por qué no lo practicas?"
 La respuesta es: porque no lo necesito. No necesito ejercer el autocontrol porque no tengo nada que reprimir en mí. No soy esa olla a presión en la que emociones intensas bullen y los instintos permanecen encadenados en oscuras mazmorras. No me censuro, no me reprimo, no me controlo.
 A muchos, ya lo sé, esto no les parece posible. Voy a decirlo sin disimulo: no es problema mío sino suyo. Muchas personas no pueden creeer que un temperamento no sea dominado por toda clase de bajas pasiones porque se miran a sí mismos y lo que ven les hace pensar que todos han de ser como ellos. Y la verdad es que muchos son como ellos.
 La anterior es una manera muy directa de describir a los demás, resulta casi insultante y presuntuosa al mismo tiempo. Podría hacerlo con más disimulo, pero se trata precisamente de no ejercer el autocontrol, ¿no es cierto?
  Mi tarea ahora consistirá en explicar por qué afirmo con tanta desfachatez y descaro que no ejerzo sobre mi mísmo represión, censura y autocontrol. Lo haré con ayuda de William James.
 
Continuará...



martes, julio 20, 2004

mmm (Madrid Me Mata)

Mi hermana Natalia piensa que soy un egocéntrico incurable. Yo pienso que ella piensa eso porque hablo de mí mismo sin poner excusas raras y porque a menudo me refiero a mi supuesto egocentrismo sin avergonzarme, como algo divertido, en vez castigar a los demás con ese egocentrismo como quien no quiere la cosa. Precisamente hace unos días puse un aforismo acerca del asunto en Waste Web (egocentrismo insoportable).

 

   mmm
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Aunque lo cierto es que también me invento excusas para disimular ese egocentrismo o multiplicarlo, como  El Archivero, que se ocupa de recuperar cosas que alguien muy parecido a mí hizo alguna vez. En esta ocasión una sesión de fotos bajo el supuesto: "Qué pasaría si cayese una bomba atómica sobre Madrid? o algo parecido. A Fernando, Nacho y otros amigos nos hicieron unas fotos y nos pidieron unos textos acerca del asunto. Lo cuento en el Flickr, la Galería de fotos.


lunes, julio 19, 2004

Mi lado femenino

Una nueva galería de fotos: La vida secreta con la primicia que aquí puedes ver.

Mi lado femenino
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Jack Seingalt.


El artista fotógrafo



Piedad del artista
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Jack Seingalt.
En Flickr he subido otra foto de la serie El artista fotógrafo y me he dado cuenta de que no puse ningún vínculo a las galerías de fotos en la última entrada. Aquí está: http://www.flickr.com/photos/danieltubau/

sábado, julio 17, 2004

Galería de estatuas

Aitor recomienda en Contraindicaciones un
sistema para mostrar y compartir fotos en al red que se llama Flickr.
Es estupendo, porque el programa se ocupa de casi todo y tú sólo tienes
que poner las fotos. He iniciado dos galerías. Una es de fotos
con estatuas, Galería de estatuas, las típicas fotos que los turistas nos hacemos junto a estatuas. La otra es El artista digital.










viernes, julio 16, 2004

Speakercornerweb: Improvisacíon 003

Marcos me propone tres temas para una improvisación del Speakerscornerweb. Para quien no se acuerde (yo no me acordaba) el juego se explica en: Speakercornerweb, donde puedes leer también las dos improvisaciones anteriores: Demóstenes, Locke y la comedia y El fin no justifica los medios.
Resumo, de todos modos aquí las reglas:
Las reglas
1. No puedo ver el tema antes de empezar la improvisación
2. La improvisación sólo puede durar media hora. Si no se me ocurre nada, deberé abandonarla.
3. La improvisación ha de tener que ver claramente con el asunto propuesto.

Esta es la improvisación que me propone Marcos y que he escrito en unos 20 minutos en el Café Cervantes:

Speakercornerweb
003
¿Qué es el arte?
¿Son necesarios los ejércitos?
La confirmación en términos cuánticos de la existencia de Dios


Una improvisación me pide Marcos Marcóticos y en mi vida digital jamás me he visto en tal aprieto. Tres asuntos he de relacionar y a fé mía que no parece sencillo.
Lo primero que se me ocurre ante la pregunta ¿Qué es el arte? es la respuesta chistosa: "El arte es morirte de frío". Y me doy cuenta entonces de que los ejércitos ayudan a no morirse de frío cuando hay una emergencia nacional, como puede ser una nevada inesperada y brutal que paraliza todo un país. Lo que es más importante: gran parte del arte mundial no existiría si no fuera por los ejércitos, pero no porque los ejércitos protejan ese arte y los museos, o lo roben, como Napoleón en Egipto y los británicos en Atenas. No, yo me refiero a que sin ejércitos no existiría La Ilíada, que habla de un ejército que ataca Troya, ni el larguísimo poema hindú Mahabaratta, que cuenta la guerra entre dos ejércitos que son de la misma familia, ni Guerra y paz sin los ejércitos de Napoleón. Y tantas y tantas grandes obras. En este sentido se puede decir que los ejércitos son necesarios para el arte:
le dan constantemente temas, motivos y argumentos.
En cuanto a la pregunta de si son necesarios los ejércitos, un pacifista de tendencias taoístas como yo tiene la tentación inmediata de decir que no, que no son necesarios. Que no deberían existir. Pero mis tendencias confuncianas y una observación atenta de la historia y de la realidad me hacen dudar: parece que mientras haya ejércitos los ejércitos son necesarios. Para desaparecer los ejércitos deberían desaparecer todos a la vez. Hace poco leí unas declaraciones de un pacifista israelí nieto del belicoso Netanhayu que defendía la paz con los palestinos y se negaba a alistarse y que estaba en contra de todas las guerras, "excepto la Segunda Guerra Mundial". No era un razonamiento absurdo o incoherente. Se dice, y yo estoy fundamentalmente de acuerdo, que la peor paz es mejor que la mejor guerra. Pero esa farse elocuente quizá sea discutible si pensamos en qué habría sucedido si los aliados hubiesen hecho la paz con Hitler e Hiro Hito. Esa paz, ¿hubise sido menos horrible que la guerra? ¿Habría matado Hitler en campos de exterminio a millones de seres humanos en esa paz? ¿Lo habría hecho también Hiro Hito siguiendo su ejemplo?
Podemos sospechar que sí. Del mismo modo, resulta difícil imaginar una guerra peor que la paz staliniana (a no ser una guerra de bombas atómicas, que fue lo que quizá impidió la Tercera Guerra Mundial). ¿Una guerra contra Pol Pot habría sido realmente peor que dejar a Pol Pot asesinar a la cuarta parte de la población de Camboya? Como buen taoísta, me iría a la montaña y pensaría que allá los locos se maten unos a otros, pero no estoy seguro de que eso sea lo más razonable ni lo más humano.
Ahora bien, ¿dónde está Dios y dónde está Dios en relación con la mecánica cuántica? Y, en segundo lugar, ¿qué relación hay entre Dios, el arte y los ejércitos?
En primer lugar, procederé con el asunto de la confirmación de la existencia de Dios en términos cuánticos. Esta sí es una cuestión sencilla.
Los fenómenos cuánticos, la imposibilidad de predecir si un fotón entrará por una o por otra ranura, acaba con el determinismo y con la noción misma de causa y efecto: a partir de una causa perfectamente conocida no es, sin embargo, posible predecir el efecto. Esto implica un universo absurdo y sinsentido, como ya descubrió Lucrecio en Sobre la naturaleza, un extraordinario poema filosófico que niega la
existencia de los dioses, pero que aquí va a servir para demostrarla.
Dice Lucrecio que si no existe causa y efecto, entonces de cualquier cosa podría surgir cualquier otra, de un papel roto una casa y de una ballena podría nacer un elefante.
Pero resulta que, cuando observamos a nuestro alrededor, descubrimos que no sucede así: no nacen casas de hojas rotas ni elefantes de ballenas. Ahora bien, ya se ha visto que el mundo y las leyes de la cuántica en sí no garantizan esta coherencia y regularidad que observamos. De ello se deduce que ha de existir un ente que se ocupe de dirigir los fotones a la ranura adecuada, de impedir que nazcan casas de los papeles rotos y elefantes de las ballenas. Ese ente es Dios.
Quod est demonstratum, diría Santo Tomás.
Las mutaciones, las terneras con dos cabezas y cualquier accidente contra el orden habitual y cotidiano se pueden atribuir a descuidos de la Criatura Divina. No hace falta decir que esta necesaria presencia del Ordenador y Observador Supremo es también la mejor confirmación del idealismo de Berkeley. Otros lo supieron antes que yo, como Chesterton,
quien decía que lo asombroso no era que el tren entrase en el tunel por la estación Victoria y saliese en Saturno, sino que saliese en Kensington: Dios, cada vez que el tren entra en el tunel, decide si esta vez saldrá por Saturno o por Kensington.
Y qué relación hay entre esto y los ejércitos? Hay varias relaciones que ahora me resultan evidentes (sin duda Dios está ahí, atento a mis dificultades). Por ejemplo: la investigación en física avanzada siempre ha estado en relación con las necesidades militares. Sin ejércitos poderosos, la Alemania de inicios del siglo XX no habría sido una gran potencia capaz de desarrollar las ideas cuánticas. Además, ¿qué es el arte? El arte es lo que define la cultura dominante, la que posee los mayores ejércitos. Por otro lado, una vez que hemos demostrado que Dios existe gracias a la mecánica cuántica, es fácil deducir que también los ejércitos son necesarios, puesto que si Dios permite que existan por algo será. Idea que se confirma si recordamos esas obras de arte citadas en las que los ejércitos juegan un papel principal: resulta que en casi todas ellas, Dios también está presente.
En la Ilíada casi se puede decir que los dioses organizan la guerra, desde que Eris, diosa de la discordia lanza una manzana entre tres diosas y dice: "Para la más bella" (momento también artístico: "Las tres Gracias"), lo que provoca el juicio de Paris, quien otorga la manzana a Afrodita a cambio de tener a Helena de Esparta, causa de la unión del ejército aqueo que marcha a recuperar a Helena de (ahora "de Troya"). Y también en el Bagavad Gita (parte del Mahabarata) es el dios Vishnu quien convence al dubitativo y pacífico Arjuna de que se lance al combate contra sus primos, porque desde el punto de vista divino (ese que vigila los fotones) resulta buena la guerra (y por tanto los ejércitos) aunque desde el punto de vista humano no se lleguen a entender las razones.
Y de este modo, como se ve, el Dios cuántico, los ejércitos y el arte camina simpre unidos.

























Philosophy Comix: Snoopy

He decidido copiar la idea de una página web ajena. Se trata de Philosophy Comix, en la que se muestran cuestiones filosóficas con tiras de comics conocidos. Mi excusa para un plagio tan descarado es que ya le estaba dando vueltas a la idea desde hace tiempo. Lo cierto es que mi página dedicada a Krazy Kat a menudo es precisamente eso, como puede verse en el capítulo 2 (Krazy Kat 03), en el que se plantea una cuestión relacionada con la filosofía del lenguaje. También hice algo de eso en Niveles y Metaniveles, una página con la que casi inicié mi vaije web y que en septiembre recuperaré.
Mientras esa página de Comic y Filosofía para la que todavía no tengo nombre llega, pondré aquí algunos anticipos de la extraordinaria página Philosophy Comix de Larry Hauser. Pondré siempre un vínculo al original, pero reproduciré aquí la viñeta para poder traducirla. Más adelante las traduciré como lo hago con las tiras de Krazy Kat: sobre el propio bocadillo o globo.
 

SNOOPY: Post hoc ergo propter hoc 
Posted by Hello
1. A veces, si te mantienes firme junto a la puerta, tu cena llega antes...
2. ...a veces funciona y a veces no...
3. ...especialmente si lo haces todas las noches
 
El autor de Philosophy Comix utiliza esta historieta como ejemplo de la conocida falacia Post hoc ergo propter hoc: una vez que algo ocurre explicamos fácilmente por qué ha ocurrido, pero a mí me parece que también sirve muy bien para plantear cómo nos fijamos en las cosas que confirman nuestras teorías y no atendemos a las que las refutan. Siempre pongo el ejemplo de los taxistas: si tienen un problema con una conductora dicen: "Mujer tenía que ser" y creen que están haciendo una estadística fiable ("Las mujeres no saben conducir)", pero cuando tienen un problema con un conductor nunca dicen "Hombre tenía que ser", sino que lo insultan sin más, con lo que los casos observados de mujeres malas conductoras siempre aumentan y los de los hombres no.
Pero en la historieta, la tercera viñeta muestra la falacia del argumento: si lo haces todas las noches, entonces es absurdo plantearse si el método funciona o no.
 


martes, julio 13, 2004

Novedades en danieltubau.com

Aunque danieltubau.com está al parecer de vacaciones, sé de buena tinta que está haciendo alguna que otra reformilla en la página y una base de datos que pronto, como él dice, será de utilidad a los navegantes.
Buscando en la telaraña de su página, ha encontrado unas cuantas cosas que no funcionaban. Por ejemplo, un nexos que nadie ha debido leer porque el enlace estaba roto.Aquí está un enlace directo:

NEXOS


También ha reformado la página del Speakercornerweb que no funcionaba bien del todo:

SPEAKERCORNERWEB


Además, ha subido una estupefacta o estupefaciente historieta de Craven hecha por Marcos, que os recomiendo con el mismo calor que danieltubau.com emplearía de no hallarse ocupado librándose del calor del verano.

CRAVEN VISTO POR...


sábado, julio 10, 2004

NO SMOKING (decía Varona)

Inicié este diario con una entrada dedicada al tabaco. Ahora he encontrado un texto del filósofo cubano Varona que coincide con mi planteamento, o yo con el suyo, pues él lo escribió en 1896. En mi caso no tiene mucho mérito, pero en el suyo, en un época en la que no se hacía ninguna campaña contra el humo, sino todo lo contrario, resulta asombrosa su claridad de ideas y la sencillez de sus argumentos, que considero irrebatiles. No es casual que este hombre fuera también feminista, evolucionista, (pero rechazara el darwinismo social de su época), que tuviese como lema la frase de Buffon: Recojamos hechos pàra adquirir ideas" y que dijera: "Respeta tu pensamiento; no lo prostituyas; no te hagas traición a ti mismo".

Aquí está su texto acerca del NO SMOKING, con una breve introducción de
Luis Aguilar León.


Jose Enrique Varona: NO SMOKING
Cuando su amigo Enrique Hernandez Miyares se indigna al encontrarse en no se qué remoto rincón de Nueva York el aviso "No smoking", Varona escribe unas aladas reflexiones sobre nuestro carácter [de los cubanos en particular] y el sentido social de la prohibición.

"Comprendo que nuestro viajero se haya indignado contra ese imperioso consejo, que recuerda tan inoportunamente que no vive uno solo en el mundo, y que no se puede inficionar a saciedad el aire que otro respira. Y me explico que, si alguna vez sorprendió en el claustro de su conciencia tal veleidad de anexionismo [de Cuba por EE.UU], haya abjurado de ellas con horror en el "smoking room", entre las aromáticas espiras de humo de su habano. Quizás le parecería que un misterioso dedo iba trazando con ellas jeroglíficos que desarrollaban un dogma singular, refractario a nuestros usos, a nuestras ideas, a nuestra sangre, a nuestro criollismo bonachón y egoísta, que gusta salirse con la suya, aunque se apeste el prójimo.

"No smoking. Es decir, recuerda que todos te respetan y que debes respetar a todos. Recuerda que tu vecino del momento tiene los mismos derechos a tu consideración que tu vecino permanente. Recuerda que tus gustos no deben convertirse en el disgusto del que te acompaña. Recuerda que la máxima primera del código de la buena sociedad es: no molestes. Y recuerda que el hombre bien educado debe considerarse siempre en buena sociedad.

"No smoking. Es decir, para el buen concierto de los individuos en comunidad no hay nada insignificante. La lesión del derecho más pequeño resulta enorme. No prives a nadie de su aire puro. Respeta su olfato. No le irrites los ojos. Te indignas porque un desconocido te ha pisado un pie. Pues piensa que con idéntica razón se indigna el porque le arrojas a la cara una bocanada de humo. A ti te parece aromático, a el puede parecerle nauseabundo. Te molestas si te salpican de lodo. Otro puede molestarse porque le impregnas la ropa de olor a tabaco. Te exasperas porque esa buena señora sube al ómnibus con su falderillo. Pues a la buena señora tu cigarro le produce mareo. Lo conveniente para todos es, ni perro, ni cigarro, ni lodo, ni humo. Piensa siempre que la presencia de otro limita tus antojos, en la misma proporción que tu compañía limita los suyos. No se ha inventado, ni se inventara otra formula para andar en paz y sosiego por el mundo."

La suavidad de las costumbres

José Enrique Varona, un filósofo cubano que vivió entre 1849 y 1933 decía:

"El hombre no se moraliza con mandatos; suavícese el medio natural y social en que se desenvuelve y se suavizarán sus costumbres, y su inteligencia será el reflejo de esos sentimientos más humanos y por consiguiente más morales".

Esto es tan cierto, creo yo, que hay que evitar siempre que se pueda el ejemplo brutal y aoscial: la guerra, la disputa enconada y sangrante, la descalificación del adversario como persona o como ser humano, no sólo por lo que de malo tienen en sí tales cosas, sino por el peligro de que sean imitadas.
La primera Guerra Mundial, aquella guerra que iba a acabar con todas las guerras, rompió todos los tabúes que la sociedad europea había ido adquiriendo con gran esfuerzo y volvió a poner la violencia en primer plano político. Seguramente fue la influencia determinante que hizo que el movimiento obrero se inclinase de una manera terrible hacia la violencia y la revolución violenta. Y también fue el ejemplo que permitió el surgimiento del fascismo y del nazismo. En vez de apartarse horrorizados del infierno de esa guerra, los seres humanos parecieron quedar fascinados. La violencia llama a la violencia. Ahora tenemos un ejemplo reciente: el terrorismo islámico despierta la violencia imperial de Estados Unidos, que a su vez alienta de nuevo el terrorismo. La represión bárbara israelí provoca el sangriento terrorismo palestino que a su vez alimenta los métodos brutales y asesinos del Estado de Israel.

Pero volviendo a Varona, creo que precisamente hay muchos aspectos brutales en la cultura que se van corrigiendo a medida que se suavizan las costumbres. A la gente del campo les solía importa bien poco el sufrimiento de los animales, que eran sólo instrumentos para ellos. Frente a la idealización de la sensibilidad del hombre primitivo y del hombre de campo, la realidad suele ser otra.
Del mismo modo, poco a poco se van abandonando costumbres bárbaras y espero que la próxima sean los toros. Cualquiera que rechace esta fiesta cruel sabe que es muy difícil convencer a sus partidarios: esgrimen mil y una razones (tradición, supervivencia del toro de lidia, arte). Razones como estas se pueden utilizar para justificar el esclavismo, las luchas de gladiadores o los castrati.
Los castrati eran muchachos a los que se castraba para que en la adolescencia no cambiaran la voz y unieran a la clara voz infantil el dominio de la técnica de un adulto y su control. Ahora nos parece que esta práctica es una barbarie que no se puede permitir. Existe una grabación del último castrato, que encontraron unos periodistas de la BBC en el Vaticano cuando iban a entrevistar a Pio X, creo. Era un hombre ya mayor, pero conservaba algo de esa extraña voz que fue considerada la más excelsa, por encima de la de contratenor y la de tenor. Sin embargo, los castrati eran generalmente chicos pobres del sur de italia, que estaban condenados a una vida misrerable y de la que escapaban gracias a ser castrados. Se consideraban a sí mismos unos privilegiados, como puede verse en las Memorias de Casanova (que se enamoró de uno de ellos) y en la película Farinelli.
Muchas de estas razones podrían justificar la castración de niños, pero con horror nos alejamos siquiera de su planteamiemnto. Y sin embargo aceptamos un montón de razones a favor de los Toros que olvidan el horror incontestable de que allí, en la plaza, hay un animal al que están torturando y nosotros, en vez de reaccionar o vomitar, consideramos que es un espectáculo y hasta somos capaces de disfrutar de ello.
Pero la fiesta de los toros, que antes se practicaba en muchos países de Europa, como Inglaterra, fue prohibida a medida que las costumbres se fueron suavizando. Tal vez el aislamiento de España impidió que aquí también fuesen prohibidas, pues en la República las ideas antitaurinas avanzaban rápidamente. Lamentablemente, también en los Toros, todavía somos hijos de Franco y de su brutalidad.

Quien lo dude, o quien no quiera seguir en la ignorancia, debería mirar este documento:

Los toros

Cosas que he aprendido de... Jesucristo

En la sección Cosas que he aprendido de... intento recordar cosas que he aprendido de diversas personas, autores o escuelas filosóficas. No es que necesariamente haya aprendido esas cosas de esas personas, pero al menos sí me parece que en esos autores se expresan bien esas ideas y que tal vez ello haya hecho que se reforzaran en mí ciertas opiniones. Pero sin duda en ocasiones la influencia ha sido directa y determinante.
Son textos de carácter fundamentalmente positivo: es decir, me refiero sólo a las cosas buenas que he aprendido de ellos. Es cierto que a menudo de ellos también he aprendido lo que NO debo hacer o pensar. Quizá haga una sección más adelante dedicada al conocimiento negativo o por oposición En la revista ESKLEPSIS tenía una sección quizá más ecuánime que se llamaba TAN CERCA Y TAN LEJOS, en la que decía lo que me acercaba y alejaba de algo. Precisamente en el
número 1 era Tan cerca y tan lejos... del cristianismo. Así que este texto probablemene repetirá muchas de esas ideas (las positivas)

COSAS QUE HE APRENDIDO DE... JESUCRISTO Y LOS CRISTIANOS

He aprendido de Jesucristo que hay que intentar acercarse a los demás y dejar que los demás se acerquen: "Quien no está contra mí está conmigo", en vez de apartarlos y crearse enemigos como dicen quienes invierten la frase: "Quien no está conmigo está contra mí"
He aprendido a no confundir la cortesía con la sumisión y a tratar a todo el mudno de tú, pues así es como él trataba a sus discípulos y como ellos le trataban a él. Pero la prudencia y de nuevo la cortesía me hacen ser flexible y tratar de "usted" a algunas personas, pues sé que hay quien se considera ofendido ante el "tú".
He aprendido de Jesucrtisto y de Francisco de Asís a amar a las cosas y a las personas, no a las ideas, pues Francisco amaba a Dios, no a la idea de "Dios", y a los pobres, no a "la causa de los pobres", como dice otro cristiano que amó, Chesterton. Jesús también decía:" El sábado se hizo para el hombre y no el hombre para el sábado".
He aprendido a ser humilde y modesto como Jesús cuando lavaba los pies de sus discípulos o Francisco de Asís cuando ayudaba a los leprosos, pero sin hacer de esa modestia presunción. A no sentir asco cuando hay algo más importante que el asco, como cuando Francisco tocaba a los leprosos.
A considerar iguales a toods los seres humanos, sean judíos, gentiles, musulmanes, politeístas o ateos. A creer que existe la responsabilidad y el libre albedrío y que, aunque existen razones, causas y justificaciones para cualquiera de nuestros actos, también existe la voluntad, nuestra voluntad, y la posibilidad, casi en cualquier situación, de elegir. A no despreciar a los demás, ni a los pobres ni a los ricos, ni a los cultos ni a los incultos. A rechazar a los profetas y a quienes usan la religión en su propio beneficio.
A rechazar el nacionalismo, el imperialismo, cualquier idea de raza, grupo o Iglesia: "Mi reino no es de este mundo".
He aprendido que del mismo modo que no existe la posibilidad de tener un dilema moral si no existe el libre albedrío, también es absurda cualquier búsqueda intelectual o científica acerca del mundo si no existe un mundo real fuera de nosostros. Frente a las doctrinas idealistas, adopto, con cristianos como Gilson, algún tipo de realismo. Amo por ello el mundo como lo aman tantos cristianos, con fe absoluta en su materialidad asombrosa, sea lo que sea esa cosa llamada materia.

He aprendido de Jesús a no juzgar a los demás por etiquetas, para bien o para mal y he adoptado su doctrina pragmática: "Por sus obras los conoceréis".
He aprendido de él a ser pacífico y suave, como lo fue casi siempre, excepto en el breve episodio de la zarza ardiente.
Y aunque creo que Jesús era un hombre mortal y no el hijo de Dios, de su leyenda he aprendido a sentir empatía hacia los demás, como quiso sentirla él haciéndose hombre.


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