miércoles, agosto 04, 2004

Farenheit 9/11 de Michel Moore

Viena, 7 de agosto de 2004

El debate acerca de esta película documental de Michel Moore se centra en muchos lugares, por ejemplo en la web del periodista Arcadi Espada, no en lo que Moore plantea o denuncia: la manipulación que permitió a Bush hacerse primero con la presidencia de Estados Unidos y, después, con el apoyo de su paíspara iniciar una guerra contra Irak, sino acerca de las supuestas manipulaciones que el propio Moore comete en la película.
Como sabía que existía esta polémica ya iba un poco condicionado y preparado para ver un documental bastante tramposo y manipulador. Después de verla, lo que más me asombra es la facilidad con la que se extienden las consignas en ciertos medios, porque las supuestas manipulaciones de Moore son de risa frente a la verdad general y particular de Farenheit 9/11.
No estoy diciendo: "Puesto que la tesis central de Moore es cierta, perdonemos las manipulaciones menores".
No. Lo que digo es que creo, en primer lugar, que los argumentos generales de Moore son verdaderos: hubo manipulación en las últimas elecciones de Estados Unidos, Bush mintió al dirigir su ataque contra Irak con la excusa de que tenían armas de destrucción masiva y que estaban relacionados con Al Qaeda, tras esta guerra hay intereses de grandes empresas relacionadas con Bush y su entorno, los Bush mantienen desde hace muchos años acuerdos mafiosos y criminales con Arabia Saudí.
Eso por una parte. Pero, además, la mayoría de lo detalles que cuenta Moore son ciertos. Muchos de ellos ya los conocía cualquier persona que estuviese medianamente informada (pero no la mayoría de los estadounidenses, donde la manipulación informativa ha sido impresionante durante la época Bush), aunque algunas cosas las ignorábamos.
Es seguro que en la película habrá algunos errores en los datos y es evidente que en muchas cuestiones el planteamiento de Moore les resultará discutible a algunos, también habrá alguna mentira y muchas manipulaciones estilísticas. Casi todas ellas son inevitables en cualquier documental, incluso en cualquier artículo periodäistioco (Arcadi Espada, por ejemplo es, en mi opinión mucho más manipulador de lo que lo pueda ser Moore).
Si alguien se cree que las secuencias de caza de un león en un documental están grabadas tal como sucedió un día cualquier en la sabana, está muy mal informado acerca de las dificultades y la naturaleza de un documental. No creo que exista ningún documental al que se pueda llamar "verdadero" en el sentido literal e ingénuo de la palabra. La selección de los personajes, la elección de lo que se graba o no se graba, de lo que se muestra o no se muestra, la manera en la que se ordena una secuencia de imágenes, ya supone una manipulación.

En mis clases a veces pongo el ejemplo de un documental acerca de un chaval enganchado a la heroína. Imaginemos que grabamos, en días diferentes, tres momentos en la vida del chaval.

  1. Su padre le da una bofetada
  2. El chaval camina por la calle vagueando
  3. El chaval compra drogra y se pincha.

Ahora podemos ordenar estos momentos de distintos modos, según el mensaje que queramos trasmitir:

MENSAJE A: El chaval se droga por culpa de los malos tratos de su padre

  1. Chaval vagueando por la calle
  2. Su padre le pega una bofetada
  3. El chaval compra droga y se pincha

MENSAJE B: La drogadicción del chaval es la causa del envenenamiento de las relaciones

  1. Chaval compra droga y se pincha
  2. Chaval vagueando por la calle
  3. Su padre le da una bofetada

En un caso, la bofetada es la causa de la droga, en el otro es causada por la droga.

Alguien dirá: Para ser objtivos habrá que ordenar las imágenes en el orden en el que fueron grabadas. Pero eso tampoco garantiza objetividad: el chaval se puede pinchar varias veces a la semana y puede recibir otras tantas bofetadas sin que sea posble determinar qué viene primero: nosotros elegimos si empezamos hoy lunes a grabar la bofetada del día o el chute del día.

Pero incluso una simpe frase se puede manipular.Por ejemplo:

"Aunmenta el trabajo precario, pero el paro desciende por quinto mes consecutivo"

frente a

"El paro desciende por quinto mes consecutivo, prero aumenta el trabajo precario".

La frase que va tras el "pero" le quita fuerza a la frase que va antes. Podemos destacar en la mente del oyente (sobre todo si usamos una entonación adecuada) que el paro ha mejorado o que el trabajo precario ha aumentado.

En un documental como el de Moore que pretendía (y lo ha conseguido) llenar las salas de cine, es seguro que existirán manipulaciones de este tipo o semejantes, porque una de las cosas que tiene este documental, al menos para mí, es que te interesa de principio a fin: no aburre. Pero esas manipulaciones no son nada comparadas con las manipulaciones que en él se muestran y que, aunque se corrijan algunos detalles (más o menos aviones saudíes salieron deEE UU tal o cual día) los datos son esencialmente ciertos. En mi opinión, una manipulación mayor que la de Moore es la de quienes encaran el documental hablando de esa manipulación: es una manera de desviar la atención del contenido que no tiene nada que envidiar a los grandes manipuladores. Que la noticia tras ver el documental sea la manipulación de Moore y no la de Bush es asombroso. Aquí estoy yo, por ejemplo, hablando de las manipulaciones de Moore en vez de hacerlo de las de Bush, en vez de hablar de una guerra llena de muerte y horror, que la mayoría de los americanos ni siquiera vieron antes del docmental de Moore, de una profesión periodística en Estados Unidos que ha llegado a una decadencia tan lamentable que hasta el New York Times ha tenido que pedir perdón por la manera en la que consintió en ser manipulado.

Dudo mucho que se pueda llamar a Moore mentiroso tras el examen de esta película, pero de lo que estoy seguro es de que no se le puede llamar hipócrita. Moore es especialmente honesto desde el momento en el que a lo largo de toda la película y en todas las presentaciones, ruedas de prensa y entrevistas dice claramente que su objetivo es que Bush pierda las próximas elecciones. Nunca esconde esta intención. Su película es contra Bush. El espectador lo sabe y sabe que va a ver un ataque frontal y declarado a Bush y su guerra, nunca piensa que vaya a contemplar una selección de imágenes ordenadas "objetivamente" por un editor neutral. Las acusaciones de mentira que he oñido acerca de la película se basan en detalles casi siempre triviales o ridículos, cuando no en mentiras por parte de quien acusa a Moore. Creo que es bueno señalar esos errores o mentiras, tan bueno como señalar y destacar las mentiras de Bush (hay muchas más, además de las que salen en Farenheit 9/11).

Entre las acusaciones está que Moore da a entender que salieron más saudíes de los que salieron cuando el espacio aéreo tras el 11 S estaba cerrado. Puede ser. Pero también parece cierto que sí salieron saudíes de la familia Bin Laden como reconoce el propio príncipe Bandar, embajador de Arabia Saudí, en la película.

Otras críticas intentan buscar tres pies al gato, como la acusación que hace Espada de que Moore compara a los marroquíes con monos. Más bien, eso muestra el racismo del acusador o sus dotes de manipulador, puesto que lo que Moore hace es contar que entre los aliados de Bush estaba Marruecos, que ofreció enviar 2000 monos para desactivar minas. Es a esos monos, y no a los marroquíes, a quienes muestra Moore cuando Bush habla de sus "aliados". En cuanto a mostrar a los rumanos como dráculas o nosferatus, eso está en un contexto de una imaginaria película que propone Moore con Bush y sus aliados. Si estas cosas fueran racismo entonces Moore sería un racista antiamericano feroz por la manera en la que presenta a sus compatriotas una y otra vez.

El de Moore es un documental subjetivo, de opinión, con intenciones muy definidas, en el que hace uso de todos los recursos que pueden hacerlo más ameno. Uno puede estar de acuerdo con algunos métodos y con otros no. A mí no me gustó el final de su anterior película Bowling for Columbine, por ejemplo), pero en las críticas a Moore parece invalidarse toda la película basándose en tres o cuatro detalles, lo que es, repito, una manipulación mucho mayor,porque también se da a entender que puesto que Moore manipula Bush no lo hace (o igualar de algún modo una y otra manipulación). Peor todavía es querer cargarse a Moore aludiendo a su aspecto físico, que es una técnica infame. Durante años he estado escuchando continuas alusiones al aspecto físico de Aznar, ahora son los del otro lado (la derecha) los que emplean el mismo método contra Moore.

Juzgar a las personas por su aspecto físico es algo que apenas se diferencia de juzgarlas por su signo del zodiaco. Es obvio que en la opinión que nos hacemos acerca de los demás uno de los elementos de juicio es su aspecto físico y que hay personas que nos desagradan más que otras, pero considerar que se pueda fácilmente establecer una relación entre el aspecto físico y las opiniones o la moralidad de una persona es muy arriesgado y muy desagradable.

No sé si hace falta decir, después de todo esto, que me ha gustado mucho el documental, que he aprendido y he visto muchas cosas que creo hay que ver y que recomiendo verlo.



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