miércoles, julio 07, 2004

El legado de Europa

Hace poco se ha publicado un libro de Stefan Zeig llamado "El legado de Europa". Es una colección de artículos diversos que escribió en los últimos años, algunos de ellos poco antes de suicidarse. Uno de los más emocionantes es el que dedica a Montaigne.
Zweig recuerda la Europa en la que creció, el Imperio Austrohúngaro y la recuerda con nostalgia.
El imperio del viejo emperador Francisco José era el paraíso comparado con lo que vino después: el comunismo, el fascismo, el franquismo y el nazismo (por orden de aparición). Pero entonces se consideraba que aquél mundo austrohúngaro era un vestigio del pasado, una decadencia blanda del esplendor pasado, que debía ser sustituida por las nuevas ideas. Y aquel mundo decadente fue sustituido por el infierno.
Hace poco se ha publicado "La sucursal del Infierno en la tierra" de otro austrohúngaro, Joseph Roth, que era declaradamente monárquico (Zweig era más bien socialista y republicano). Esa sucursal del Infierno en la tierra era el régimen nazi, que acabó, aunque a distancia, con Roth y Zweig. Roth muerto en París, borracho y destrozado, Zweig, que se suicidó en Brasilia con su esposa, cuando Europa entera era ya una sucursal del Infierno y no parecía existir esperanza de volver a aquella dulce decadencia.
Roth detectó el mal mucho antes que otros y en todas sus formas, a pesar de que en su momento se ganó muchas críticas por poner en el mismo plato de la balanza a nazis y a comunistas:
"En igual medida en que estoy contra Hitler, estoy contra Stalin. hay poca diferencia entre el comunismo y el nacionalsocialismo; en el fondo son tan parecidos que se les confunde. Lenin es, por así decirlo, el abuelo; Mussolini el padre y Hitler el hijo de un único y mismo sistema. Este sistema es en el fondo impío".

Todavía hoy en día hay muchos que creen que el fascismo surgió por generación espontánea, sin saber que es hijo directo del comunismo de Lenin. El propio Mussolini dudó si hacese comunista tras su paso por el socialismo y Hitler también admiraba los métodos comunistas. Los tres defendían el uso de la violencia con fines políticos y la eliminación física del enemigo, y los tres se hicieron con el poder por una minoría mediante un golpe de Estado. Ideas semejantes a las de Che Guevara, al que tantos todavía admiran, quien dirigió los fusilamientso de La cabaña (eso se llama pena de muerte) y decía: "Las reglas del juego son una tontería; lo que importa es la volunatd y la fuerza". Casi lo mismo que decía siempre Mussolini.

Traigo aquí estos temas en este diario secreto casi monotemático, porque hablaré mucho de El legado de Europa de Zweig y de La sucursal del Infierno en la tierra de Roth, y porque creo que nadie parece darse cuenta de que la Europa actual, la llamada Europa de los 25 y algunos países más (por ejemplo Japón), es lo mejor que le ha sucedido a Europa y al mundo a lo largo de toda la historia, pero nadie parece sentirse contento por ello. Un lugar donde no hay pena de muerte, donde hombres y mujeres son iguales (o van camino de serlo y lo son desde el punto de vista legal), donde se respetan cada vez más los derechos de los animales, donde cada uno puede hablar en la lengua que le dé la gana, donde hay seguridad social, donde los homosexuales no tienen que esconderse y donde pronto podrán adoptar niños. Un lugar en el que no hay guerra desde hace 50 años, que es algo que era impensable incluso en la época del decadente imperio austrohúngaro (la guerra de Yugoslavia fue en un antiguo país comunista).
No consigo entender por qué la gente está desencantada. ¿Qué hace falta para que se encante? La mayoría hablan como si esto fuera el infierno, como si fuese una Europa corrupta, de comerciantes, etcétera, sin advertir lo que tenemos y lo que espero no volvamos a perder para abrir de nuevo una verdadera sucursal del infiernmo en la tierra.

4 Comments:

Blogger Daniel Tubau said...

Que en África se vivía mejor hace 500 años es probablemente cierto, no por los méritos de los que vivían allí hace 500 años, sino por el horror actual.
En cuanto a América, dudo mucho que se pueda llamar vivir mejor a sociedades tan fascistas o tiránicas como la azteca, la inca, la maya y semejantes, que tenían su paralelo en la Europa de la Inquisición, por cierto.
Sin embargo, yo no me refiero a lo que estaba mejor o peor en general, sino a algo que es mejor y es bueno en sí mismo: la Europa actual.
¿Qué puede ser mejor? Por supuesto. Comparado con el ideal todo es malo, pero esta Europa es hacia lo que debe aspirar el resto del mundo, no aquello de lo que hay que huír, como parecen dar a entender algunos. Si algún día esto se pierde, nuestros descendientes se darán cuenta de lo que ha sido y es.

4:45 p. m.  
Blogger Daniel Tubau said...

De acuerdo.

5:04 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Estoy bastante de acuerdo contigo Daniel, la verdad es que Europa pasa por un momento de esplendor. Pero debo hacer una puntualización si ha habiddo una guerra, no en Europa, pero si, realizada por países europeos. España e Inglaterra han invadido Iraq. Es tremendo, pero es así.
Proserpina

7:43 p. m.  
Blogger Daniel Tubau said...

Es cierto. Y no sólo eso: Europa vende armas a países en guerra y explota o saca beneficos vergonzosos de unos cuantos. También ayuda a muchos, pero habría que terminar de una vez con el comercio de armas, por ejemplo.

4:56 p. m.  

Publicar un comentario

<< Home


Click Here