lunes, julio 05, 2004

Menos humos

Los viciosos estamos condenados a fumar.
No podemos drogarnos tranquilamente, beber alcohol, bailar, ligar y todo lo demás sin fumar.
Si nos quejamos del humo, somos unos represores: no dejamos que los demás disfruten.
Que disfruten ellos sí, pero ¿por qué nosotros no podemos disfrutar también?
No se sabe. No hay respuesta.
Es evidente que quien fuma abusa de los que no fuman: les quita el aire, les obliga a respirar humo, pero eso, parece, no es represión, no es abuso.
Los fumadores no se plantean dudar de lo establecido. Ni siquiera se dan cuenta de que están forzando a los demás, perjudicando el placer ajeno. Es una cosa que salta a la vista, pero los fumadores no piensan en las personas, sino en tópicos: fumar es rebelde, fumar es libertad, prohibir fumar es represor, es yanki, americano. Olvidan que en el país de la libertad y la tolerancia, Holanda, se ha prohibido fumar en las discotecas. ¿Por qué? ¿Un intolerable ataque a la libertad? No, una defensa de la libertad. De la libertad de los que no fuman.
Esta es una de esas cosas en las que muchas personas se comportan como los peores derechistas: imponen sus humos a los demás y encima dicen que son ellos los perseguidos. Es como el polícía que dice que él no pegó al manifestante, sino que el manifestante puso su cabeza debajo de su porra.


3 Comments:

Blogger Daniel Tubau said...

Claro que es una generalización. Por eso digo "muchos de los que.." etcétera. No son todos, pero creo que los propios fumadores no son conscientes de que SIEMPRE molestan, por lo menos siempre que haya alguien al que no le gusta el humo (y casi siempre hay alguien así en cualquier lugar), siempre que estén en definitiva en un lugar que no tendría humo si ellos no fumaran.
Como sabes, yo nunca prohibo que alguien fume, excepto por respeto a una tercera persona que lo pasa mal, así que no es una cuestión de intransigencia exactamente. Yo mismo fumo de vez en cuando, sobre todo porros, y no tengo excusa para la molestia que causo a los que les molesta el humo. Intento molestar lo menos posible, pero... A veces no es posible tener del todo la conciencia tranquila, pero no me invento razones para justificarme. Si prohiben fumar en las discos, perfecto, saldremos todos a la calle a echar un porrito o a un cuarto especial para humos y será delicioso bailar y drogarse en un ambiente respirable. Mientras tanto, pues uno se acostumbra y se fastida, qué le vas a hacer, pero al menos que no parezca que los que no quieren humo encima son los represores.
En cuanto a los coches, pues la verdad es que es otro de esos tópicos del statu quo que la gente acepta como si nada: también es evidente que los conductores molestan: hacen de la ciudad un sitio peor y causan según los últimos estudios un aumento de contaminación que provoca DIRECTAMENTE más muertes en la Comunidad de Madrid. Un aumento de 0,7 o algo así en la contaminación aumenta la mortalidad en Madrid de las personas con problemas pulmonares de manera cuantificable y cuantificada. No me lo invento, ya buscaré el dato, pero yo tengo muchos más problemas pulmonares en Madrid que en Barcelona. Ir al centro de la ciudad en coche es un abuso y una agresión a todos los que vivimos aquí. Cada uno que haga lo que quiera, pero está muy bien siempre acusar a las empresas, fábricas, etcétera y luego ir uno con su propia fábrica contaminante a cuestas. Claro, suena como un discurso integrista, pero ¿lo es? ¿O es que el hábito nos impide darnos cuenta de las cosas más evidentes? El siglo XX entregó las ciudades a los coches, el siglo XXI está echando a los coches de todas las ciudades. Unos se dan cuenta antes, otros después, pero todos disfrutaremos de las ciudades sin coches si algún día llegan, auqneu en el camino mucho se quejarán del ataque "a su libertad de ir en coche.

4:14 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Prohibido prohibir
En el dominical de este domingo hay un articulo en el que se habla de este asunto del fumar porque en Nueva York han prohibido fumar en los sitios públicos, esto implica que no se puede fumar en los bares y discotecas. Por lo visto las discotecas se están vaciando, en cambio, hay mucha gente en los alrededores fumando rápidamente para poder entrar en la disco y seguir bebiendo y bailando. Muchos se quejan porque dicen que está medida está matando la noche en Nueva York y cada vez sale menos gente. Pero también es verdad que ha bajado muchísimo el consumo de tabaco y claro eso está muy bien porque, en definita, se muere menos gente y sobre todo no molestas a los demás, que es de lo que se trata.

Si bien las medidas en Nueva York son muy exageradas, ya que se multa también a los dueños de los locales que tienen ceniceros a la vista porque de alguna manera incitan al consumo. Según se cuenta en este articulo –me parece un poco de ciencia ficción- existe la posibilidad de denunciar desde el anonimato. Y se ha dado el caso de multar a un persona que tenía guardado un cenicero en el armario de su despecho. Llegar a estos extremos no es necesario.

Por cierto también se cuenta que se han inventado unos extractores de humo que son capaces de limpiar el aire de un local de forma muy efectiva y a pesar de ello se ha continuado con la prohibición.
Toda esta información te hace sospechar un poco, porque en principio crees que este tipo de leyes se hacen para proteger a los fumadores pasivos. Quizá fue así en un principio y ya se ha desvirtuado un poco y se ha exagerado tanto que se ha convertido en una prohibición encubierta en lugar de una protección. En cualquier caso Danielillo te aconsejo que leas el articulo porque se habla de otras medidas hechas por el alcalde Giuliani como por ejemplo prohibir ocupar más de un asiento en el metro.
Proserpina

7:14 p. m.  
Blogger Daniel Tubau said...

Es cierto lo que dices. Hay verdaderos extremistas en el otro lado, en el de los que están contra el tabaco. Lo cierto es que los derechos de los no fumadores, o de los fumadores que no quieren respirar HUMO EN TODAS PARTES, podrían esperar un siglo o dos si no fuera porque porque detrás de los antihumo hay intereses tan poderosos como los que hay tras los prohumo.
En un lado están las compañías tabacaleras que mueven miles de milones en todo el mundo. Del otro lado los gastos de la Seguridad Social, que igualan y superan los beneficios que el Estado obtiene por impuestos sobre el tabaco. Si los fumadores no hubieran sido tan desconsiderados y maleducados a lo largo de décadas, sus opositores no tendrían argumentos para ser tan dogmáticos, pero...
Es una pena que sean así las coas y que no nos respetemos los unos a los otros con naturalidad y sencillez, sin que tenga que venir la policía a decirnos qué hemos y qué no hemos de hacer.
Se me ocurre un ejemplo muy semjante: en Madrid la gente coge el coche para ir al centro, aumentando la contaminación y haciendo la ciudad mucho menos placentera. Aparcan en doble fila, aparcan en lugares prohibidos. Todo. Entonces el Ayuntamiento pone horrible barras en la acera porque es la única manera para conseguir que la gente no aparque en la acera. Pero los conductores arrancan literalmente esas barras y siguen aparcando en la acera. Quien se encuentra la barra rota aparca igual, aunque sepa que está prohibido, aparcan en las rampas de minusválidos. En fin, en todos lados. ¿Cuál es la próxima medida? Más prohibición. Calles petonales, como Huertas. Pero incluso entonces hay conductores que saben cómo pasar a Huertas y aparcar el coche en medio de la acera, junto a una terraza.
¿La próxima medida? Cerrar al tráfico todo el centro de la ciudad Nos quejamos de tanta represión y prohibición, pero casi toda la provocanmos nosotros, que parece que somos incapaces de guiarnos simplemente por el sentido común y el respeto a los demás.

4:23 p. m.  

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